Hace unos cuantos años, el fotógrafo francés Sacha Goldberger decidió hacer la buena obra de su vida al encontrar a esta abuelita de Húngara de 91 años de edad, Frederika, la cual se encontraba en una de sus peores etapas de soledad y depresión.
A Sacha se le ocurrió la gran idea de levantar sus ánimos ofreciéndole una sesión de fotos utilizando disfraces, poses y locaciones totalmente inusuales, decidió convertirla en toda una Super heroína. Al principio la abuelita pareció acceder de mala gana, para darse cuenta que al final la terapia había funcionado, no podían quitar una gran sonrisa de su rostro.
Más imágenes de esta divertida sesión de fotos después del salto.
Ojalá que en México existieran programas como este para poder animar a nuestros viejitos. Si quieren ver más imágenes de la sesión pueden hacerlo aquí y aquí.