El comercial comienza con una simple pregunta “¿Por qué los gatos nos miran fijamente cuando servimos leche?“, una idea que puede resultar graciosa y un poco escalofriante si es que la profecía de Cravendale se llega a cumplir.
Después de ver esta campaña publicitaria me he quedado con una duda, ¿qué sería más peligroso? ¿una pandilla de hombres? o ¿una pandilla de gatos con pulgares? espero nunca averiguarlo. 🙂