El video fue grabado con una cámara Red Epic a 1,000 frames por segundo logrando ese efecto tan peculiar en cámara lenta que logra que apreciemos cada uno de los segundos en los que estas calabazas son destrozadas, pero lo que me agradó fue especialmente la música de fondo, ideal para cualquier película de terror, y que fue compuesta por un tipo llamado Stephen Anderson, una melodía que me provocó un pequeño escalofrío.
Afortunadamente este tema musical esta a la venta en el sitio web de iTunes, si ustedes como yo son gustosos de este tipo de música lo pueden adquirir en el siguiente link, recuerden un dólar nunca le viene mal a un artista independiente.